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FEMINISTAS ALERTAS Y EN ACCIÓN


La brutal represión ejercida por Carabineros y Fuerzas Especiales contra mujeres participantes en la manifestación frente a La Moneda el 11 de marzo, realizada para denunciar los femicidios perpetrados cada día durante la última semana, exige el mayor repudio institucional y social. La acción consistía en exponer un memorial con los nombres, fecha, lugar y circunstancia del crimen de cerca de 800 mujeres asesinadas desde el año 2001 a la fecha, por sus parejas, desconocidos o clientes, entre ellas el de Pamela Villanueva, joven Carabinera de 26 años baleada por su cónyuge en 2013.

Las manifestantes fuimos insultadas, golpeadas y manoseadas. Nueve mujeres y tres hombres fueron detenidas, tres de ellas sufrieron violencia política sexual, es decir, agresión en sus órganos sexuales por funcionarios del Estado. Además, en la Tercera Comisaría se les impidió el contacto e información con sus abogadas y acceso a alimentación. Simultáneamente, mientras nuestras compañeras permanecían detenidas, en Arica se dejaba en libertad, sólo con firma quincenal, a un hombre que intentó violar a una joven boliviana luego de propinarle una brutal golpiza.

 

Queda en evidencia, que la violencia ejercida en la manifestación del 11 de marzo,  es parte del problema, como lo son también el silencio de las autoridades públicas frente a estos hechos; los reiterados titulares misóginos de La Cuarta y el tratamiento que dan a los femicidios los medios de comunicación en general; las sentencias condenatorias a los agresores que alcanzan a solo el 9.6% de las causas ingresadas por violencia intrafamiliar (Fiscalía 2015); los abusos sexuales a niñas y la violación; el sexismo en la educación y en la publicidad; el acoso sexual en las calles, el lugar de trabajo y el transporte público; la criminalización de las mujeres que deciden sobre su propio cuerpo, entre otros. Todas estas expresiones de violencia son un continuo en la vida de las mujeres y van abonando el odio femicida.

El abuso de poder, las agresiones físicas y verbales acometidas contra las mujeres que denunciábamos la violencia machista, reafirma la exigencia de implementación de una “Alerta de Género”, demanda central en la manifestación realizada. Esta alerta implica que las instituciones públicas y privadas, los medios de comunicación y las organizaciones sociales, adoptan todas las medidas necesarias y a su alcance, para evitar, repudiar y actuar contra la violencia hacia las mujeres en momentos de urgencia.

Exigimos a las autoridades correspondientes, -Director General de Carabineros, Intendente de Santiago, Ministro del Interior- que den una explicación no solo a las mujeres que fueron agredidas, sino a todas las personas que nos manifestamos el 11 de marzo y a la sociedad entera, que es testigo de un actuar profundamente contradictorio de la institucionalidad.

Hacemos un especial llamado a las mujeres, para seguir rompiendo el estereotipo de mujer que la cultura machista persiste en mantener mediante la violencia. No somos pasivas ni sumisas ni subordinadas, somos mujeres que con dignidad y fuerza seguiremos luchando por una sociedad mejor para todas y todos. Continuaremos movilizándonos, como lo han hecho históricamente los movimientos de mujeres y feminista, y todos los movimientos sociales de resistencia al sistema patriarcal neoliberal. No vamos a claudicar, seguiremos alertas y en acción hasta detener la violencia machista.

Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres

12 de Marzo 2016