En el segundo capítulo de la sexta temporada de Mujeres En Sintonía, el programa de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres, abordamos el rol de los medios de comunicación y de las comunicaciones durante la revuelta social y la crisis sanitaria junto a Mónica Maureira, periodista feminista, parte de la Dirección de Género, Diversidad y Equidad de la Usach.
Mucho antes del 18 de octubre y de estos últimos meses de distanciamiento físico ya existía una fuerte crítica a la falta de pluralismo en los grandes medios de comunicación, a una inexistente ley de medios, a condiciones desiguales para acceder a financiamiento, a lo que se le suma la precariedad laboral a la que se enfrentan las trabajadoras/es de las comunicaciones. En esta entrevista conversamos sobre la cobertura de estos procesos por parte de los medios de comunicación, las estrategias comunicacionales del gobierno y el tratamiento de la violencia contra mujeres, la que se agudiza en contextos de crisis como el que hoy vivimos.
Mónica Maureira, periodista feminista y también profesora de periodismo de la Universidad Diego Portales, sostiene que tanto los medios de comunicación como las comunicaciones que emergen de la institucionalidad se vieron “desprovistos de herramientas y estrategias formativas para enfrentarse a una situación de crisis”.
Sobre el tratamiento periodístico que adoptaron los medios de comunicación frente al estallido social y a la actual pandemia, resalta que se elaboró una crítica muy potente sobre cómo se encuadran los contenidos. “Después del 18 de octubre estábamos contando con las mismas voces: voces oficiales, vinculadas al quehacer político partidario, nos faltaba voz social, nos faltaba polifonía, diversidad. Si bien, tuvimos en algún momento la sensación de que aquello, de alguna manera, se estaba despejando (…) retrocedimos. Lo que estamos viendo son las que podemos entender como voces o fuentes oficiales, fuentes expertas, muy tecnificadas”, manifestó.
Paralelamente, se suma la crisis por la que están pasando los medios de comunicación. Al respecto, la también integrante del Observatorio de Medios y Equidad sostuvo que “hay medios que han estado cerrando en Chile y a nivel global (…) no está habiendo estrategias de subsistencia. Entonces ya no hablamos de medios, hablamos de iniciativas periodísticas, hablamos de periodismo colaborativo, de periodismo freelance pero eso de alguna manera lo que hace es ir precarizando nuestro trabajo”.
Desconfianza y poca transparencia
La periodista se refirió a la falta de legitimidad del gobierno e instituciones vinculadas a éste en tiempos de crisis, además de la alerta por el poco acceso a información bajo este contexto. Sin embargo, enfatiza que: “quizás la pregunta anterior es: ¿alguna vez hemos tenido los suficientes mecanismos de transparencia de información en nuestra democracia como para acceder a esta información que es la que se está pidiendo ahora, así como también a otras?”
La activista feminista expresó que existen deudas en la democracia chilena respecto a la transparencia de la información: “tiene que ver con discusiones profundas respecto de la democracia que queremos que no dimos de los 90 en adelante. No tenemos del todo digerido un discurso, un relato, un acercamiento al periodismo y a los medios de comunicación como consustanciales de la democracia, es decir, el termómetro de una democracia -en mi opinión- tendría que tener relación con la calidad del periodismo y con la calidad, pluralidad y diversidad de los medios de comunicación”.
En esa misma línea, indicó que han sido las universidades públicas quienes han ido cumpliendo el rol de medios de comunicación públicos, generando contenido e informaciones. Asimismo, postuló que esa podría ser la apuesta de las universidades para contribuir a la democracia, detallando que tal como han participado de discusiones en torno a mejorar la calidad de la educación o al conocimiento científico para poder hacer frente a esta crisis sanitaria -que incluso se aborda con recursos materiales- podrían trabajar para “generar un debate o una propuesta de cómo nos hacemos de medios públicos para poder fortalecer la democracia a propósito de estas crisis que sabemos que se vienen arrastrando hace años”.
Violencia contra las mujeres en el marco de la crisis
En relación a cómo se ha enfrentado la violencia contra mujeres durante la pandemia, la académica sostuvo que se han sistematizado informaciones a nivel internacional que advierten que en todas las situaciones de crisis -conflicto, sanitaria, desastres naturales- las niñas, mujeres, disidencias sexuales, personas con discapacidad, migrantes, pueblos originarios, son colectivos de personas que son particularmente vulnerables, destacando que “las organizaciones de mujeres y, en este caso, por ejemplo, las universidades se activaron muy rápidamente porque sabían que una situación de aislamiento físico, para las mujeres que estaban viviendo violencia al interior de sus hogares, era un riesgo mayor”.
Sin embargo, la periodista enfatiza que, por otro lado, la violencia contra mujeres “tardíamente ingresa a la pauta informativa de los distintos medios, particularmente, de los tradicionales”.
Por otra parte, relacionando el problema de la violencia contra mujeres con la dificultad de acceder a la información que posee la institucionalidad gubernamental, la activista resaltó que así como ha sido difícil acceder a cifras relativas al Covid-19, también lo ha sido para dar con cifras relativas a violencia patriarcal: “piensen uds. cuánto nos cuesta acceder a las cifras de violencia: al número de denuncias, a cómo se está comportando el 1455, qué es lo que pasa con la campaña de la Mascarilla-19, qué es lo que pasa con el informe de 2019 respecto de cómo operó el circuito interseccional de femicidio. Todavía no es una información que esté pública. Entonces qué tan proactivo es el Estado, independiente de la administración, en generar información de interés pública”.
“Yo pensaba a propósito de los certificados de defunción: hay dudas porque dicen “esta persona murió de paro cardiaco” pero no dice si ese paro cardiaco tuvo algo que ver con Covid-19 o no. Cuando nosotras nos enfrentamos a femicidio, por ejemplo, muchas veces también podemos encontrar certificados médicos que dicen “murió de derrame cerebral” pero no dice quién provocó esa lesión. Eso tiene que ver con una disposición a la transparencia de la información”, sentenció.
Por último, señaló que una manifestación pública de violencia contra mujeres que hoy también se agudiza dado el contexto, es la violencia en los espacios digitales, especialmente contra mujeres, niñas y disidencias, sobre todo contra adolescentes, remarcando que, “en cualquier crisis la prevención es clave”.
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