La Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres rechaza el proyecto de ley que pretende erigir un monumento al expresidente Sebastián Piñera. En 2019, durante su segundo mandato, se desató el legítimo malestar social acumulado por décadas de neoliberalismo exacerbado, que agudizó un legado marcado por violaciones a los derechos humanos en el país. En adelante, se ha mantenido una deuda profunda con la verdad, la justicia y la reparación hacia cientos de personas a quienes se les aplicó tratos crueles, inhumanos y degradantes por parte de agentes del Estado.
Resulta inaceptable que se quiera homenajear a un violador de derechos humanos, no solo por las acciones que constituyen vulneraciones a los derechos fundamentales de participantes de la revuelta popular de octubre de 2019, sino también de las que se desprende un evidente conflicto de interés. ¿Cómo puede levantarse una estatua en homenaje a quien le declaró la guerra a su pueblo? ¿Cómo se puede erigir un homenaje a quien fue el responsable político de que más de cuatrocientas1https://radio.uchile.cl/2024/04/07/una-rehabilitacion-sin-terminar-la-deuda-del-estado-con-las-victimas-de-trauma-ocular/ personas resultaran con traumas oculares y de que existan mil 509 causas relacionadas a violaciones a los derechos humanos, en las que el Ministerio Público decidió no perseverar2https://radio.uchile.cl/2025/02/21/estallido-social-ministerio-publico-decide-no-perseverar-en-la-investigacion-de-mil-509-casos-de-violaciones-de-ddhh/?¿Cómo podemos olvidar que bajo su primer mandato se impulsó el proyecto minero Dominga que pretendía depredar la naturaleza mientras hacía crecer el patrimonio de la familia Piñera?
Este tipo de iniciativas tienen como fin borrar la memoria histórica de las luchas sociales, intentando instalar mensajes deshonestos -no solo para Chile, sino para el mundo entero-, de una sociedad que tolera las violaciones a los derechos humanos. A fines de la década de los ’80, en el marco del Plebiscito, Mujeres por la Vida levantaba siluetas de detenidos y detenidas desaparecidas con la pregunta “¿Me olvidaste?”. A más de cinco años de la revuelta de 2019, muchas de las causas prescribirán, pero insistimos en que la política del olvido no puede prevalecer. Tal como consignamos en la campaña “¡Cuidado! El machismo mata” de 2023, las mujeres no olvidamos ni perdonamos ningún golpe.
Rechazamos cualquier tipo de homenaje que pretenda elevar en lo simbólico la figura de quien vivió y murió en la impunidad en lo jurídico-penal. Instamos a toda la sociedad, especialmente a los organismos del Estado a poner los esfuerzos en el establecimiento de la verdad, en la preservación de la memoria colectiva, la reparación a las víctimas, y así avanzar a una justicia integral en los casos denunciados durante este período.