Por Francisca Fernández Droguett, antropóloga, parte del Movimiento por el Agua y los Territorios – MAT
Foto: Claudia Pool

La intoxicación masiva ocurrida los días 21 y 23 de agosto de este año en Quintero y Puchuncaví, producto de la emanación de nubes tóxicas, nos recuerdan que el extractivismo mata, dejando a casi dos centenares de estudiantes intoxicadas(os) y de urgencia en diversos centros hospitalarios, declarándose luego la emergencia sanitaria con alerta amarilla.

El modelo actual de desarrollo nos ha despojado de nuestra humanidad, a través de una acumulación desenfrenada a costa de las personas y los ecosistemas, de la explotación y contaminación ilimitada de los bienes comunes. Nos encontramos ante comunidades precarizadas, empobrecidas, enfermas, en que sus economías locales han sido destruidas, siendo afectadas sobre todo las mujeres, junto a niñas y niños, quienes se encuentran más expuestas a la precarización de sus vidas, pero al mismo quienes más se han organizado para frenar los efectos del modelo extractivista, como es el caso de la organización Mujeres de Zona de Sacrificio.

Durante la primera mitad del siglo XX las comunas de Quintero-Puchuncaví eran una zona dedicada a la pesca artesanal y agricultura, sin embargo esta situación cambia drásticamente con la instalación en 1958, en la localidad de Ventanas, de una termoeléctrica estatal de Chilectra, y la generación de un cordón industrial presente hasta la actualidad, con más de una veintena de empresas. Es así que se inaugura una de las de “zonas de sacrificio” ante el daño irreversible de la actividad industrial en la calidad del aire, suelo y agua, producto de los varamientos de carbón, las nubes tóxicas, la lluvia ácida, los derrames de petróleo, las alzas de emisión de dióxido de azufre, entre otros elementos. Recién en 1993 el Ministerio de Agricultura declarará la zona como saturada de contaminación por anhídrido sulfuroso y material particulado.

El martes 28 de agosto, ante las intoxicaciones masivas, el Presidente Sebastián Piñera realizó una visita en la zona anunciando un plan de descontaminación y haciendo un llamado a las empresas de la zona a disminuir sus emisiones, lo que se convierte en una burla para las comunidades ante estas medidas irrisorias.

Hoy las comunidades movilizadas han levantado diversas propuestas con carácter de urgencia, como la creación de una ley Especial para Quintero y Puchuncaví con la participación de la sociedad civil, la homologación normativa con los estándares internacionales, el cese del crecimiento del parque industrial, la implementación de tecnología de punta en todas las plantas, el cierre de las termoeléctricas a carbón y de la fundición CODELCO, entre otras demandas.

Es importante destacar que lo acontecido en esta zona del país no responde a un hecho aislado, es producto del desarrollo de una matriz energética basada en el despojo y la contaminación de los territorios, por lo que es fundamental debatir y accionar en torno a una transformación de base del modelo productivo actual.