En 23 ciudades coordinadas a lo largo de Chile, se realizaron Caminatas del Silencio en conmemoración del 25 de noviembre. día establecido por el movimiento de mujeres y feminista internacional para denunciar la violencia hacia las mujeres a nivel mundial. Varias otras localidades como Paillaco se sumaron espontáneamente a las actividades.

Más de 23 ciudades conmemoraron el 25  de noviembre


Soledad Rojas, integrante de la coordinación nacional de la Red Chilena, en entrevista en ADN radio, explicó que la diferencia de la caminata del silencio con las marchas es “el contenido simbólico que es muy fuerte. Un gran número de mujeres vamos vestidas de negro, en silencio, con una silueta con los nombres de las mujeres asesinadas. Esto causa mucho impacto”.

En Santiago, la caminata culminó con un acto frente al Memorial de mujeres víctimas de violaciones represión política, donde se leyó la declaración pública de la Red Chilena y se conmemoraron los nombres de las 56 mujeres asesinadas durante el 2014.

Lamentablemente tenemos que identificar estas violencias en el cruento registro de femicidios cada año. Según la investigación Violencia extrema hacia las mujeres en Chile (2010-2012), el 45% de las asesinadas, había denunciado a su agresor en el Ministerio Público por violencia. La gran mayoría fue asesinada entre la primera semana y los tres meses siguientes a su denuncia.

Esto nos muestra la desprotección que vivimos y la ineficacia de los circuitos institucionales que tienen el mandato de garantizarnos la vida. Sin embargo, lo que más observamos, es negligencia de estos organismos, en la que habita igualmente la misoginia, el desprecio intrínseco a las mujeres.

“La violencia hacia las mujeres está instalada desgraciadamente en la cultura. La idea de que la violencia hacia las mujeres ocurre principalmente y casi exclusivamente en las relaciones de pareja, se instaló en el imaginario social mediante la legislación dictada el año 1994, con el nombre de Violencia Intrafamiliar (VIF), que no distingue la jerarquía de roles dentro de la familia, o violencia hacia las mujeres fuera de familia.”, argumenta Soledad Rojas.

Las manifestaciones del 25 de noviembre en todo Chile buscaron además visibilizar la violencia que vivimos cotidianamente, en cada uno de los espacios que habitamos, en la casa, en la escuela, la universidad, en la calle, en el trabajo, en la política, etc. Hacemos énfasis además en el sexismo presente en la educación donde las mujeres somos invisibilizadas en nuestra producción de conocimiento o presentadas en roles de subordinación, dependencia, docilidad y pasividad.

Identificamos además en temas relativos al aborto y la violencia ejercida por Estado hacia las mujeres en la negación de decidir por sus propios cuerpos. Denunciamos estas y otras expresiones violentas, discriminatorias y humillantes que no son habitualmente percibidas, puesto que se encuentran naturalizadas en la cultura machista, que no solo las promueve, también las estimula y ensalza a través de todos sus mensajes y prácticas.

Ni una mujer menos, ni una muerta más!

Basta de criminalizar a las mujeres, aborto libre ahora!

Educación pública, laica y no sexista!