
En Mujeres en Sintonía conversamos con la profesora de historia, activista feminista y directora del Colegio Antuquelén, Lorella Lopestri, sobre movilizaciones feminista y educación no sexista.
Lorella Lopestri es profesora de historia, académica, escritora y activista feminista. Además, es cofundadora y actual directora del Colegio Antuquelén de San José de Maipo, el primero en declararse abiertamente “antipatriarcal”. En el programa radial de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres Lorella se refirió a las actuales movilizaciones feministas que protagonizan estudiantes y valoró la trascendencia que han tenido.
En relación a algunas de las críticas que han surgido contra el movimiento y protestas de las estudiantes, la profesora valoró positivamente el estallido y el posicionamiento de contenidos y conceptos como la educación no sexista y el feminismo. A juicio de Lorella, incluso más allá de la composición social de las estudiantes las manifestaciones “generan más cosas, si es o no una elite, no sé, ni siquiera creo que sea relevante, toda vez que sí ha activado una tremenda conversación a nivel nacional”.
La directora del Colegio Antuquelén rescató las reflexiones y problematizaciones que se han generado en los últimos años y aseguró que actos cotidianos, como por ejemplo el uso del lenguaje inclusivo, “es profundamente relevante y político” con miras a visibilizar a las mujeres dentro de la historia social.
¿Educación no sexista o antipatriarcal?
Lorella señala que existe una diferencia importante entre el concepto “no sexista” y “antipatriarcal”. Para la académica “una educación no sexista se puede hacer ya, no hay que pedirle permiso a ningún ministerio, ni a las instituciones, ni a nadie”, sino que partir por cuestionar y erradicar prácticas de poder en las relaciones cotidianas.
“A veces nos quedamos esperando que cambien muchas cosas para iniciar un proceso y yo creo que cuando te sientes una activista del feminismo en este caso, puedes hacer muchos cambios desde tu relación con los y las estudiantes, docentes, todo el mundo que trabaja en una escuela desde el lenguaje, desde el tipo de lectura que das”, aseguró la profesora.
“Hay expresiones que son muy evidentes que uno sabe que tiene que cambiar y ni siquiera se discute”, dijo Lorella en relación a los contenidos de la educación sexista. Sin embargo, gran parte de la educación sexista no se manifiesta necesariamente en los contenidos formales de los establecimientos sino en el llamado “currículum oculto”, es decir, prácticas cotidianas que relegan a las niñas a ciertos espacios y a los niños a otros.
La activista explicó que cuando se comienzan a cuestionar las relaciones autoritarias que se ejercen al interior de los establecimientos “las propias expresiones patriarcales entre compañeras, compañeros, cómo se reproducen esas relaciones (…) cómo se toman decisiones todos y todas, cómo fluye el poder finalmente” se pasa a otro nivel que implica “desinstalar otras relaciones de dominación a las que el patriarcado les da sustento fundamental”.
En ese sentido, para la directora del Colegio Antuquelén “declararse antipatriarcal es un acto político que involucra el compromiso de observarnos mucho más e instalar una conversación más profunda con toda la comunidad educativa respecto de cómo ir cambiando ciertas prácticas y discursos”.
“Yo creo que hay muchas cosas que una puede hacer sin que exista formalmente una educación no sexista”, aseguró Lorella.
“Una historia de negación crea misoginia”
Lorella Lopestri participó en la última publicación de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres “Nunca más mujeres sin historia”, en su artículo “Hijas de la cultura” la profesora de historia y geografía se refiere a la misoginia, “el odio o desprecio hacia el género femenino” y problematiza respecto de cómo la misogonia se reproduce entre las mismas mujeres.
Lorella aseguró que la invisibilización y negación histórica de las mujeres produce y reproduce este rechazo. “Evidentemente nosotras hemos tenido siempre una historia prestada, escrita por hombres blancos y obviamente dándole nula importancia a todo aquello que se ha considerado propio de las mujeres”, explicó.
La también activista feminista fue enfática en señalar que “las mujeres hemos estado siempre en la historia, pero no somos relatadas. A pesar de todos los esfuerzos de muchas mujeres intentando romper por pedazos esa historia, todavía no tenemos una historia que sea referente para todas”. Para la académica esta situación provoca que “las mujeres nos quedemos con el discurso y las prácticas del patriarcado”.
Escucha el programa completo aquí: