Más de 40 organizaciones feministas y de disidencias sexo genéricas fueron parte de la elaboración de la #IniciativaPopularFeminista -N° 50.754-, una norma popular que busca plasmar en la nueva Constitución el derecho humano a una vida libre de violencia machista, y que requiere 15 mil firmas para ingresar al debate en la Convención Constitucional.
En torno a una metodología común, que invitó a reflexionar de manera colectiva respecto a la promoción, prevención y reparación del problema de la violencia machista, personas de más de 40 organizaciones y otras autoconvocadas se reunieron en catorce encuentros realizados en cinco regiones del país.
Con esas discusiones de base y luego de su sistematización, las organizaciones feministas elaboraron la #IniciativaPopularFeminista por una vida libre de violencia para mujeres, niñeces, diversidades y disidencias sexo genéricas, número 50.754, disponible desde el 15 de enero en la plataforma de la Convención Constitucional para ser apoyada.
Este proceso de ingreso de normas elaboradas popularmente es una de las dos formas posibles para proponer contenidos en la nueva Constitución, y se considera uno de los grandes avances para la democratización y participación de las organizaciones y movimientos sociales dentro del proceso constituyente.
¿Qué propone la #IniciativaPopularFeminista?
El problema al que se enfoca esta iniciativa es la violencia machista que continúa latente en el país y en el mundo, apuntando a que las políticas públicas que implementa el Estado chileno para abordar el problema son fragmentadas e insuficientes desde la perspectiva y experiencia de las organizaciones feministas. Además, continúa al debe con las obligaciones que ha suscrito a través de tratados internacionales.
En este sentido, dentro de su articulado la norma plantea que la nueva Constitución debe reconocer una vida libre de violencia para mujeres, niñeces, diversidades y disidencias sexo genéricas como un derecho humano, cuestión que la actual carta magna no consigna.
Así mismo, que el Estado debe determinar los mecanismos para promover y garantizar este derecho, de manera oportuna y eficiente, desde la organización estatal y todo el entramado social, considerando también la plurinacionalidad y multiculturalidad del país, siendo co-construida descentralizadamente con las comunidades.
En concordancia con los tratados internacionales de derechos humanos a los que ya adhiere el Estado chileno, este debe garantizar la prevención, investigación, sanción y reparación en el problema de la violencia.
Uno de los puntos en que enfatiza esta propuesta es en el deber del Estado de promover una vida libre de violencia y enfrentar, a través de las instituciones privadas y públicas, los elementos simbólicos que la producen y reproducen.
Con violencia simbólica se refiere a mensajes, íconos, significados y representaciones que transmiten, reproducen y naturalizan relaciones de subordinación, desigualdad y discriminación de las mujeres, niñeces, diversidades y disidencias sexo genéricas en la sociedad.
La articulación de organizaciones feministas y de disidencias sexo genéricas que levanta la #IniciativaPopularFeminista por una vida libre de violencia machista hace un llamado a toda la sociedad a apoyar esta norma popular y difundirla en todos los espacios para lograr las 15 mil firmas antes del 1 de febrero.