Impresentable que TVN siendo un canal público y teniendo como rol informar, educar, crear conciencia, anuncie una nueva temporada de Mea Culpa con miniserie sobre el femicidio de Ámbar Cornejo, asesinada a los 16 años. #MeaCulpaEnTVN
Hemos insistido sin descanso en el rol de los medios de comunicación y el tratamiento que deben tener frente a la violencia contra mujeres y niñas. Pese a eso, TVN se resiste a construir una línea editorial acorde a los tiempos. En lugar de generar contenido acorde a una época de mayor reflexión y profundas transformaciones, se mantiene el morbo en la cobertura de femicidios y, en este caso, también la vulneración a la dignidad de niñas, niños y adolescentes.
En 2017 llamamos a denunciar ante el Consejo Nacional de Televisión (CNTV) a TVN por la realización de un reportaje misógino que intentaba justificar y relativizar la implicancia de Mauricio Ortega en el femicidio frustrado contra Nabila Rifo. Fue tan impactante el tratamiento que dio el canal que esa denuncia fue la más masiva desde la conformación del CNTV.
En 2019, con el fin de subir el rating a partir de la espectacularización del femicidio de Fernanda Maciel, nuevamente TVN se olvidó de la ética periodística y ventiló información privada, nada más ni nada menos que el informe psicológico de Fernanda.
Estamos en 2022 y ahora TVN pretende levantar un show a partir del sufrimiento de una adolescente. Si desean abordar la violencia contra mujeres, ¿por qué no desarrollar contenidos en la línea de la prevención? ¿Por qué no educan sobre la influencia que tienen los medios a nivel social y cultural? ¿Por qué no se enfocan en promover una vida libre de violencia?
También podrían investigar sobre los motivos que permitieron que Hugo Bustamante, quien ya había cometido un femicidio anteriormente, estuviera en libertad antes del cumplimiento de su condena, así como a muchos otros agresores y femicidas les rebajan su condena o quedan en total impunidad.
Hay muchas otras formas de abordar la violencia contra las mujeres en vez de usar nuestras historias de violencia como mercancía.
Etiquetamos a la Defensoría de la Niñez, quienes seguro estarán de acuerdo con nosotras: ¡la vida y la muerte de Ámbar no es material de entretenimiento!