Círculo de Profesoras Feministas Amanda Labarca[1].


La educación sexual integral (ESI) es sin duda un pilar fundamental para construir vidas libres de violencia. Durante la campaña presidencial de Gabriel Boric nos sumamos activamente con la plena convicción de correr el cerco de lo posible, pues este incluía entre sus compromisos el trabajo por una “Educación Sexual Integral, inclusiva y no sexista que construya un futuro sin violencia”.

El cambio de liderazgo en la cartera de Educación ha mellado en el avance y despliegue de la agenda programática, lo cual se ha expresado en el debilitamiento en materia de promoción e instalación de capacidades en comunidades educativas para la implementación de ESI. Así también en la instalación de un sentido común donde el centro se encuentre en la protección de las infancias. Si bien la composición actual del Congreso Nacional hace difícil la tramitación de proyectos sobre educación sexual integral, es nuestro deber señalar que la instalación de capacidades en las comunidades educativas es un deber tanto legal como moral, pues recibir educación sexual integral es un derecho de las infancias.

A partir de nuestro análisis, son cinco los puntos fundamentales a los cuales debemos poner atención: 

1. Jornadas de Educación No Sexista: El anuncio de realización de jornadas de educación no sexista a nivel nacional fue recibida con gran entusiasmo por las comunidades, sin embargo, constatamos que solo se realizaron dos jornadas en tiempo y forma propuesta (inicio y fines de 2022), las cuales fueron a nuestro juicio, meramente testimoniales, pues no generan impacto en las políticas públicas escolares. La tercera jornada (diciembre de 2023) se realizó un año después del último hito de carácter nacional, a espaldas de las comunidades educativas, en exceso centralista y con una mirada parcial, en una modalidad muy distinta a lo planteado anteriormente, pues participaron solo 5 municipios, únicamente de la Región Metropolitana, lo que a nuestro entender no pasa de un acto performativo.

Esto se explica desde de manera simple, la ausencia de datos y sistematización sobre las reflexiones de las comunidades no permite hacer mejoras, propuestas, ni agenciar la normativa para que sea reflejo de las necesidades que emergen desde las comunidades educativas

2. Implementación en los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP): Constatamos que no existen gestiones transversales para formación e instalación de capacidades técnicas y humanas para la formación de las comunidades educativas (considerando Equipos Directivos, de Gestión, Docentes, Asistentes profesionales y no profesionales) para la promoción y fortalecimiento de Educación No Sexista. Nos hemos encontrado con que la vinculación con el tema es meramente administrativa, sin incidir en la planificación desde el punto de vista pedagógico. Cuando exigimos educación no sexista, no es desde un enfoque administrativo, ni tampoco de atención de público como hemos visto en algunas convocatorias de empleos. ¿Cómo se pueden actualizar los reglamentos internos si las comunidades educativas no cuentan con lineamientos a nivel central con enfoque pedagógico? ¿Cómo pueden resolver en las escuelas y liceos la ausencia de capacidad técnica y de conocimiento en la materia? ¿Por qué hablar de Coordinaciones de género en los SLEP, si ni siquiera esta figura tiene una implementación coordinada?  Cada Dirección ejecutiva aplica y determina el organigrama de cada servicio, por lo tanto, Educación No Sexista y su implementación en todos los niveles y modalidades educativas, quedan determinadas por voluntades personales.

3. Formación: Es el momento para entregar orientaciones y lineamientos claros que permitan prevenir y erradicar todas las formas de violencia que se producen y reproducen en el contexto escolar. Son las teorías feministas las que orientan gran parte del cambio de paradigma necesario hacia una escuela protectora y promotora de derechos. Esto que se menciona no es novedad, ya existen proyectos educativos que reconocen la importancia de darle cabida, reconocimiento y articulación a la educación no sexista.

Las capacitaciones son necesarias y requeridas por los y las docentes para poder abordar tanto el trabajo de aula, como el trabajo formativo de los y las estudiantes. En ningún caso, las capacitaciones deben repercutir en sobrecarga laboral. Nos parece relevante abordar, especialmente:

  • Promoción de buenas prácticas en docencia y administración educacional, consolidadas a nivel de establecimientos, dando cuenta del saber y las prácticas que desde larga data se aplican en el país en materia promoción de educación no sexista y educación sexual integral
  • Basar el cambio de paradigma a partir del proceso reflexivo sobre prácticas docentes, en las cuales se debe comprender el rol crucial que tiene el profesorado.

4. Abandono de la vía legislativa: Durante el 2022 participamos de mesas de trabajo con otras organizaciones de la sociedad civil para el desarrollo de un futuro proyecto de ley en ESI, sabiendo además que existían en paralelo otras mesas con la misma finalidad, pero con otras organizaciones tales como entidades religiosas o académicas y especialistas en el tema. Trabajo que pareciera haber quedado en algún cajón del olvido pues no se avanzó más en su trabajo ni en plantear lineamientos a partir de su sistematización (que para acceder a ella se tuvo que recurrir inclusive a transparencia).

Todo lo anterior, evidencia hoy la nula intención de trabajar por una educación no sexista, esto viniendo de un gobierno que se autoproclamó feminista desde el comienzo. 

Por otro lado, nos parece importante destacar en este mismo punto que el trabajo que reconocemos en torno a género durante el último año no viene mandatado y organizado desde el Mineduc, sino desde el Ministerio de la Mujer y Equidad de género. Curioso, por decirlo menos, que sea otra cartera la que se preocupe de desarrollar un área que fue un compromiso de campaña específicamente en Educación. 

5. La urgencia de una Educación Sexual Integral. El escenario actual nacional nos plantea varios desafíos. En temas educativos tenemos pruebas estandarizadas con resultados dispares entre hombres y mujeres. Por otro lado, la agenda país ha sido cooptada por el tema de la seguridad, el que también está afectando fuertemente a la Convivencia Escolar. La seguridad para las mujeres también pasa por ejercer los roles de cuidado, el trabajo y la educación de manera tranquila.

En el día de las profesoras y profesores, llamamos al gobierno del presidente Gabriel Boric a retomar el trabajo decidido y justo en materia de educación no sexista y educación sexual integral. Es la educación una de las claves para torcer las estructuras que nos oprimen.

“Los planes son los que deben acomodarse a las circunstancias de la realidad infantil y no viceversa” Amanda Labarca, (1943).


[1] El Círculo de Profesoras Feministas Amanda Labarca es una organización conformada por docentes de diversas áreas, con más de seis años de ejercicio político y activista en materia de divulgación de teorías feministas aplicadas al mundo educacional.