23 de febrero de 2021
Frente al recrudecimiento de la violencia machista en el marco de la crisis social y sanitaria en el 2020, las feministas, y en particular, la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres, hemos denunciado la ausencia de políticas públicas específicas destinadas a prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres. Históricamente el Estado de Chile no se ha hecho cargo de sus propios compromisos y hasta hoy no contamos con medidas eficientes destinadas a garantizar una vida libre de violencia para las mujeres.
Particularmente durante el año 2020, el gobierno, a través del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, dirigió sus esfuerzos a promover el Fono de Orientación 1455 y sus derivados, WhatsApp Mujer, Mascarilla-19, entre otras, con el propósito de entregar orientación a mujeres que viven violencia y denunciar a Carabineros. Sin embargo, ha quedado más que demostrado que esta medida es absolutamente insuficiente, en tanto no existe coordinación con las policías y en la mayoría de los casos los llamados telefónicos no se traducen en procedimientos concretos destinados a proteger la vida de las mujeres.
Más grave aún es la tercerización del Fono Orientación 1455, adjudicado al call center Holdtech S.A, empresa no especializada en violencia hacia las mujeres que, por tanto, carece de conocimiento del problema. Cabe señalar que ninguna de las empresas que se presentaron a la licitación la tenía. Además, SernamEG tampoco se hace cargo de fiscalizar la idoneidad del servicio.
Las propias operadoras del call center han denunciado escasa capacitación sobre el problema, precarización laboral, jornadas extenuantes, nulo apoyo psicológico e incumplimiento de los acuerdos suscritos en el contrato de licitación entre SernamEG y Holdtech S.A. También que este servicio ha llegado a funcionar con solo cuatro operadoras por turno, lo que imposibilita la atención oportuna y eficaz de las mujeres que solicitan ayuda, apoyo y orientación a nivel nacional y constituye un abuso y explotación de las trabajadoras de este call center.
El Estado de Chile no puede seguir restando importancia a la violencia machista y obviando su magnitud con medidas superficiales que no se hacen cargo del problema. Basta constatar que en apenas siete semanas de este 2021 nueve mujeres han sido asesinadas por agresores femicidas.
Cabe señalar que de no ser por la solidaridad de las organizaciones feministas que, dentro de nuestras posibilidades y sin recursos económicos, acogemos, atendemos y acompañamos a mujeres que viven violencia, estaríamos aún más desprotegidas y a merced de los agresores.
¡Solidaridad y organización, mujeres en acción!