El 4 de noviembre se realizó la tercera sesión del ciclo Conversaciones Feministas Constituyentes, organizado por la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres y moderada por Priscila González, integrante de la organización. En dicha ocasión conversamos con Cristina Dorador y Alondra Carrillo, feministas convencionales electas por los distritos 3 y 12, respectivamente, sobre el contexto político actual, sus proyecciones y las estrategias para posicionar medidas que garanticen una vida libre de violencia para las mujeres en la nueva Constitución.
Luego de cuatro meses de funcionamiento de la Convención Constitucional, durante los cuales se ha trabajado en los diferentes reglamentos y generación de comisiones, hicimos un nuevo análisis sobre el proceso, la influencia que tiene el escenario político eleccionario en él y las temáticas feministas necesarias de incluir en el nuevo documento.
Cristina Dorador Ortiz, representante del distrito 3 correspondiente a las comunas de Antofagasta, Calama, María Elena, Mejillones, Ollagüe, San Pedro de Atacama, Sierra Gorda, Taltal, y Tocopilla, es profesora asociada al departamento de Biotecnología de la Universidad de Antofagasta, feminista, científica y política.
En esta instancia, Cristina Dorador se refirió a los puntos que expresó en su discurso de apertura del debate constitucional, en el que motivado por sus esperanzas en el proceso constituyente, hizo un llamado a la descentralización, a terminar con el extractivismo de los territorios e instaurar una perspectiva ecofeminista.
Mujeres y territorios
Para Cristina, las mujeres son las que se ven más afectadas en todo orden de cosas y en el caso ambiental es evidente esta situación. Para esto, considera esencial integrar una perspectiva interseccional para comprender en profundidad todas estas manifestaciones de violencia y contribuir a erradicarla.
“Somos las mujeres las que sufrimos mayor violencia estructural. Por ejemplo, en el tema del agua, en distintas partes del mundo, son ellas las que tienen que proveer a las familias, tienen que ir a buscar el agua, traerla y procurar todos los servicios básicos para el grupo de cuidados. Eso va a generando que finalmente nos quedemos atrás y no podamos optar a mejores trabajos, mejor educación, que los salarios sean diferentes, además de la violencia viven dentro de los hogares”, mencionó.
Según la científica y constituyente, la interseccionalidad y la vinculación con las comunidades se deberían incluir para abordar la mayoría de las problemáticas, como son las zonas de sacrificio, concepto con el que no se siente a gusto, pues lo considera estigmatizador.
“En estos lugares que han sido impuestos desde el centralismo como zonas de concentración industrial, quienes se ven más afectadas por vivir allí son también las mujeres. ¿Por qué es un sacrificio? Ahí volvemos a la idea de lo religioso, de lo devoto de tener que sacrificarse siempre por algo mayor. Y ese algo mayor, ¿qué es? Un Estado que ha abandonado los territorios, invisible, que no llega, que castiga y que también genera desigualdades que son insalvables”, comentó.
Convención y otros procesos políticos
Con respecto al escenario actual de elecciones presidenciales y parlamentarias, la representante del distrito 3 señaló que esto disminuye el alcance de las discusiones de la Convención.
“Son temas que requieren abordarse en profundidad de manera amplia y hacia el futuro, porque la constitución tiene que pensarse como un ejercicio político de 30 a 40 años y no podemos dejar fuera temas tan importantes como la crisis climática que también perjudica en mayor medida a las mujeres”, concluyó.
En esa línea, agregó que espera que la persona electa para la presidencia apoye decididamente el proceso constituyente porque depende de esta figura el éxito de la Convención, especialmente en temas materiales y de recursos.
En cuanto a las expectativas que tiene la investigadora sobre este proceso, indicó que principalmente son avanzar en la transformación del país con cambios profundos. Para eso está trabajando junto a un grupo llamado Eco-constituyentes, el cual busca incluir una perspectiva ecofeminista en todo el texto constituyente.
“Cambiar el modelo económico que tiene Chile. Transicionar hacia formas distintas de hacer economía y eso implica necesariamente cambiar las lógicas extractivistas, que es algo que, por lo menos en el norte, ha ocurrido desde el comienzo de la historia del país”, señaló. A pesar de ser un trabajo complejo y a largo plazo, Cristina Dorador apuntó a que con la participación y vinculación de la gente se pueden lograr los avances.
Por otro lado, la activista contó sobre su trabajo en la Comisión de sistemas de conocimiento, donde abarcan temas de ciencia, tecnología, conocimiento, arte, cultura y patrimonio, “porque es un rescate y es una visión integral de cómo cambiamos la lógica epistemológica, de cómo construimos todos estos discursos y le damos valor a lo que hacemos nosotros en el día a día, y eso llevarlo de alguna forma a un catálogo de derechos, por ejemplo”, explicó.
Para esto, recalcó la importancia de cubrir todos los espacios lo que implicará cambiar las lógicas de pensamiento y de generación de conocimiento. “Mucho del conocimiento que usamos como referencia teórica ha sido elaborado por hombres, entonces tenemos que generar las bases históricas y de pensamiento para dar esta salida, y eso tiene que venir de quienes históricamente han estado invisibilizadas, que somos las mujeres. Es un trabajo de larga data pero desde la Constitución podemos crear las bases para que eso ocurra y no haya vuelta atrás”, concluyó.