En Mujeres en Sintonía conversamos con Ciudad Feminista, una plataforma de acción académica y activista que busca incidir en la comprensión del espacio urbano y sus interacciones.

En el último capítulo de Mujeres en Sintonía, conversamos con Manuela Pertier, estudiante de historia e integrante de Ciudad Feminista. Junto a ella analizamos los espacios urbanos que habitamos desde una perspectiva feminista.

Manuela manifiesta que “la experiencia vivida y situada en la ciudad nunca es la misma vista desde el género, pero también tiene que ver con pensar que las mujeres tampoco somos una categoría homogénea, ó sea no todas las mujeres tenemos los mismos privilegios ni las mismas opresiones, por lo tanto, tampoco vivimos la ciudad de la misma forma”, agregando que el derecho a la ciudad es un concepto clave para ir profundizando en torno al urbanismo: “tiene que ver con el derecho que tenemos las personas que habitamos la ciudad a modelarla según nuestras necesidades. Esa es una de las premisas que toma la geografía feminista cuando se cae en cuenta que el espacio no se vive de la misma forma siendo mujer u hombre porque los roles sociales son diferentes”. 

En este sentido, la activista recalca que cuando se piensa en una ciudad feminista, se piensa en una ciudad que considere las tareas de cuidado: “una ciudad que está pensada para los cuidados es una ciudad que favorece la colectivización de éstos, entonces le quita la carga femenina a estas tareas que han sido históricamente realizadas por las mujeres. Al mismo tiempo, pensar una ciudad feminista es humanizar la vivencia de la ciudad”. 

Un urbanismo feminista traducido en tareas prácticas señala aspectos cotidianos perfectibles para vivir en la ciudad de mejor manera: que las veredas tengan bajadas pensadas para personas que usan silla de ruedas o que andan con coches para niñas/os, habilitar cruces seguros, luminaria, hacerse cargo de los hechos de violencia que ocurren en los espacios públicos -no solo desde el punitivismo y el castigo, sino que también con políticas preventivas-, considerar los sitios baldíos como zonas inseguras sobre todo para mujeres y niñas, entre otros.

Además un área clave es el transporte: “ha sido pensado de manera pendular: de la casa al trabajo y del trabajo a la casa (…) nadie está considerando ahí, en ese esquema de movilidad, los cuidados, que es una cuestión tan básica y tan cotidiana que vivimos y sufrimos porque en parte nunca fue considerada”, señala la activista. En esa línea, pone como ejemplo la situación de miles de mujeres que antes de ir a trabajar deben ir a dejar a los hijos/as al jardín o al colegio, instituciones que suelen ubicarse fuera de las zonas productivas donde trabajan. Igualmente señala la situación de mujeres que deben llevar a personas a su cargo a servicios de salud, que muchas veces quedan lejos de las grandes avenidas, si se consideran aquellos servicios que no son los grandes hospitales.

Por otra parte, Manuela apunta que el urbanismo feminista considera el medio ambiente y pone al centro la sostenibilidad de la vida “pensar una ciudad que sea compatible con todos los temas ecológicos que la rodean”.

“La calle es un espacio que nos corresponde”

La plataforma Ciudad Feminista se creó hace poco más de un año, cuando mujeres de distintas disciplinas se juntaron a construir este proyecto. Algunas venían trabajando en el tema hace tiempo. Manuela señala como gran valor, el carácter interdisciplinar del equipo: “eso es interesante porque precisamente el urbanismo se ha visto como una cuestión que depende casi exclusivamente de la arquitectura y yo siempre he sido de una posición que reducir una disciplina a una carrera universitaria es bien tecnócrata y nos aporta poco en términos políticos y reflexivos”.

Actualmente el colectivo está trabajando junto a la organización territorial Mujeres en Red Zona Sur en un proyecto que se llama Tomarnos la calle, en el Parque Pierre Dubois de la comuna de Pedro Aguirre Cerda, donde se empezarán a impartir desde el 17 de agosto de 10 de la mañana a las 17 hrs. talleres deportivos para mujeres y niñas de parkour, skate y bicicleta. “Nosotras consideramos que es activismo en torno al derecho a la ciudad de mujeres y niñas porque son talleres enfocados en ellas y porque también los espacios deportivos, los skatepark, las mismas ciclovías son espacios muy masculinizados donde las niñas y mujeres jóvenes no han tenido igual acceso”, expresa Manuela. 

Además se impartirán talleres de serigrafía y de prevención de la violencia machista. Así mismo, asegura que estas instancias permiten “aprovechar todos esos conocimientos en torno al derecho a la ciudad y cómo se ha vulnerado a mujeres y niñas para sacarlo a la calle y aprovechar de tomarnos los espacios que corresponden. Al final la calle es un espacio que nos corresponde, somos más de la mitad de la población mundial ¿cómo es posible que no podamos salir a la calle, andar en skate, andar en bicicleta o caminar tranquilas”.

Acá está disponible la entrevista completa:
https://cl.ivoox.com/es/mujeres-sintonia-capitulo-59-ciudad-feminista-audios-mp3_rf_39359947_1.html